Llevo haciendo fotos desde hace muchos años y, cada vez, me gustan menos las que hago ahora. en estos tiempos el resultado final de una imagen es el fruto de horas de tratamiento en el laboratorio (osea los programas al uso) y no lo que transmite. La composición, el grano (ahora es ruido), la nitidez, la temperatura del color y los mil arreglos que se pueden hacer. En suma, el valor imperante es la imagen técnicamente perfecta, poco o nada importa reflejar algo, transmitir un sentimiento o, sencillamente, mostrar un documento.
Estas fotos, no sé si, en efecto, reflejan o no algo, pero desde luego no han pasado por el laboratorio, tiradas en jpg y aquí. Espero que os gusten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario